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lunes, 4 de marzo de 2013

Cambios estéticos a lo largo de los siglos.

Con un poco de retraso escribimos lo que nos dio pie a pensar la clase de la semana pasada.
Podemos  hablar de muchos estilos, y soy de aquellos que opinan  aquello de "en la variedad está el gusto" y "para gustos los colores", pero lo que sí es cierto es que socialmente siempre ha habido unos modelos de referencia estilística que han reflejado y condicionado los gustos de la población de la época.
En esta ocasión vamos a hacer un breve repaso a cómo ha ido evolucionando el concepto de belleza de la figura femenina a lo largo de los siglos.
Comenzando por la  Prehistoria, nos encontramos con modelos  femeninos caracterizados por sus abultados senos, vientres y caderas. De esta forma representaban la fecundidad, tanto la suya como mujeres como la de la madre Tierra. 




Venus de Willendorf

Analizando el Arte Clásico, de Grecia y Roma, nos damos cuenta de dónde ha venido nuestra forma de pensar en estos aspectos al menos. Durante esos siglos se representaban figuras delgadas, cuerpos esbeltos, cuerpos y caras simétricos, quízás algo fríos.

Venus de Milo

Durante la Edad Media no encontraremos muchas representaciones como éstas, debido al elevado control moral por parte de la Iglesia. El ideal de belleza se corresponderá con aquello que más se acerque a Dios, con lo que la figura femenina más representada será la Virgen.
Al inicio de la Edad Moderna volvemos a encontrarnos con la utilización de los modelos de belleza clásicos. Claro estaba, por otra parte, si durante el Renacimiento se habían vuelto a recuperar los modelos clásicos, también se recuperarían los modelos artísticos y estéticos. En tiempos de Boticelli se entendía que la mujer tenía dos dimensiones: por una parte la de madre, no muy representada, y por otra parte la del deseo, de los placeres paganos.


Sandro Boticelli: El Nacimiento de Venus


El modelo clásico volvió a perderse con el Barroco. Rubens es el más fiable representante de este período. Se sale de "equilibrio" prevaleciente durante el Renacimiento, y representa unas figuras con una estética diferente: mujeres voluminosas, gruesas y carnosas son a sus ojos un modelo de sensualidad.


Rubens: Las tres gracias.


Nuestra última parada llega, cómo no, con la época contemporánea, la que nos está tocando vivir. Los ideales de belleza griegos se  vuelven a tener en cuenta, las figuras delgadas y esbeldas, simétricas, constituyen el ideal de belleza de nuestro tiempo.
También a lo largo de esta época la imagen, la televisión y el cine se han convertido en importantes elementos difusores de estos modelos de belleza. La mujer más "presentada" es aquella perfectamente constituida y hermosa.


Jennifer Lawrence, posando durante la última gala de los Oscar, en la que conseguiría el premio a la mejor actriz.

Seguimos viéndonos, seguidores, y gracias de nuevo.


3 comentarios:

  1. Es increíble la presión que realiza la sociedad en la imagen de la mujer. Mientras que en la Edad Media la chica delgada y morena de piel era el símbolo del mal gusto, ya que reflejaba la clase campesina, ahora las chicas se pasan horas y horas bajo el sol y hacen todo lo posible por entrar en la talla 32, lo cual ha dado origen a un montón de problemas de alimentación como la anorexia, la bulimia... que están muy presentes en nuestros días. Eso, sin contar todas las dietas exprés, los machacones en el gimnasio que se pega la gente y lo más importante, la autoestima de la propia persona.

    La salud de la mujer es un tema demasiado importante para que esté condicionado por la sociedad de la época. Me gusta tu entrada porque, en cierto modo, hace que pensemos eso.

    :)

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  2. Totalmente de acuerdo en que la sociedad ha ido imponiendo un canon en la belleza. Todos nosotros, aunque de manera inconsciente en muchas ocasiones, nos dejamos guiar por estos canones y no pensamos realmente en que la verdadera belleza, la que nos deberia preocupar, es la interior. Debemos tener en cuenta que las modas van y vienen, pero lo que realmente perdura no se gana con maquillajes ni operaciones esteticas.
    Gran entrada :D

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  3. La imagen es el centro de la sociedad actual en la que vivimos. Y nuestro objetivo máximo es conseguir la eterna juventud. Seguimos buscando la piedra filosofaL. Todo nos produce una gran presión social, pero esta tiranía no solo afecta a las mujeres, ¿o a caso no usáis cremitas, chicos?

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